
Qué es el ‘batch cooking’: ¡consejos para hacerlo!
Si pensar cada día qué comer o meterte en la cocina a pasarte unas horitas cocinando el menú que comerás ese día, te resulta cada vez más difícil de afrontar… No te preocupes: te vamos a dar la solución para que, en un día, cocines todo lo que comerás toda la semana. ¡Y además siempre rico saludable!
La solución a llevar una alimentación equilibrada y tener siempre un plato que llevarte al trabajo (o comer en tu casa) disponible en tu nevera se llama ‘batch cooking’ y te vamos a dar los mejores consejos para llevar a cabo esta nueva tendencia que te salvará la vida (gastronómicamente hablando).
Qué es el ‘batch cooking’
El ‘batch cooking’ es la técnica de cocina en la que se preparan varias recetas al mismo tiempo con el objetivo de tener comida preparada para toda la semana o hacer preparaciones intermedias que te permitan más tarde cocinarlas sin que te lleve tanto tiempo.
Esta manera de cocinar no solo te ahorrará tiempo, sino que también hará que lleves una alimentación equilibrada y saludable, ya que no te dará lugar a la improvisación (la enemiga número uno de la vida sana). Además, puedes incluir en tus comidas alimentos que fortalezcan el sistema inmune.
Beneficios de ‘batch cooking’
Cristina Vila Alarcón, experta en ‘batch cooking’, nos enumera cinco motivos para empezar a practicarlo:
1. Cero preocupaciones en cuanto al menú de la semana.
2. Ahorro de tiempo para cocinar, aprovechando todo lo que tengamos disponible en nuestra cocina.
3. Ahorro de tiempo para limpiar la cocina, ya que no es lo mismo limpiar a fondo una vez hecha la sesión que tener que limpiarla todos los días después de cocinar.
4. Llenar los platos de buenas opciones, llenarla de color, de verduras, legumbres y buenas proteínas.
5. Decimos adiós a las opciones más insanas si tenemos un menú preparado.
Cómo empezar con el ‘batch cooking’
Planifica el menú: siéntate delante del ordenador o un papel y lápiz y decide lo que vas a comer la próxima semana, priorizando productos de temporada, porque están más sabrosos y son más económicos. O mejor aún, decide qué vas a comer en las próximas 2 semanas, así ya tendrás un menú para la próxima quincena.
Estos son los pasos a seguir según Cristina Vila Alarcón, nuestra experta:
Marta Arcos Andía nos ha enumerado todo lo que los hipopresivos pueden llegar a beneficiarnos una vez empezamos a practicarlos, siempre, obviamente, bajo supervisión de un profesional.
Así, la experta en esta técnica nos indica que los objetivos y ventajas principales de los ejercicios hipopresivos son:
1. En base al menú planificado, redacta la lista de la compra: de esta manera se ahorra dinero porque no se desperdicia ningún alimento, todo lo que vamos a comprar lo vamos a cocinar o utilizar. Y además no nos volvemos locas en el supermercado y llenamos el carro con alimentos que no sabemos cuándo vamos a consumir.
2. Busca un hueco de 2 o 3 horas para ponerte manos a la obra.
3. Organiza tu espacio: en función del espacio que tengas en tu cocina podrás dejar más o menos productos a mano, para no tener que abrir mucho la nevera o los armarios durante la sesión.
4. Organiza tu hoja de ruta: con ella sabrás lo que has de cocinar, en qué momento y en qué fuego o electrodoméstico.
Cristina Vila nos propone un ejemplo: “En un fuego cuezo huevos, en otro arroz, en otro un curry de lentejas, en el microondas un brócoli al vapor y mientras tanto preparo un pesto de albahaca con la batidora) De esta forma evitarás tiempos muertos durante la sesión”.
Consejos para economizar tiempos
La experta nos da unos consejos perfectos para llevar a cabo el ‘batch cooking’ de la forma más efectiva:
- Haz raciones dobles: no hace falta comer lo mismo todos los días, pero podemos preparar una ración doble de crema de verduras o de pollo en salsa y guardar una ración en la nevera y otra en el congelador. Y comerla pasados unos días o semanas.
- Cuece huevos: puedes cocer un montón al mismo tiempo y son un snack muy saludable, puedes enriquecer una ensalada, acompañar un hidrato... Son una fuente de proteína de muy alta calidad.
- Prepara un hidrato con el que completes tu plato: puede ser patata cocida, arroz blanco, integral... lo que más te apetezca esa semana. Te aseguro que tener este hidrato ya cocinado a mano es una liberación, por no hablar de que una vez enfriado, si se vuelve a calentar pasadas 24 horas (lo cual vamos a hacer porque cocinamos un día y comemos varios) se ha generado almidón resistente, un superalimento para las bacterias de nuestro intestino, son todo ventajas.
- Una vez cocinado el menú, hay que dejarlo atemperar con un papel de cocina por encima para evitar que le caiga algún bichillo y guardarlo convenientemente para que nos aguante toda la semana. Siempre en recipientes herméticos, bien de plástico o de cristal, y llenarlos hasta 2/3 partes si lo vamos a meter al congelador, e incluso más lleno si lo vamos a dejar en la nevera. ¿Y por qué? Pues porque el aire que queda entre la comida y la tapa lleva oxígeno, y el oxígeno es vida. Así que cuanto menos aire, menos oxígeno y más nos van a aguantar nuestros platos.
- Organiza tu menú en función de los tiempos de conservación de los alimentos en la nevera (si los metes al congelador no has de tener en cuenta estos tiempos). Y no la tengas a más de 6 grados.
- Congela rápido y descongela despacio: mucha gente dice que se nota cuando un alimento ha sido congelado. Pero no es así, se nota cuando un alimento no ha sido correctamente congelado o descongelado. Para hacerlo bien has de tener el congelador a una temperatura muy baja y si tiene un botón de ultra congelación, lo puedes pulsar unas horas antes, todo ello con el fin de tener una congelación rápida y que el agua de los alimentos forme cristales de hielo pequeños que no rompan su estructura.
- A la hora de descongelar, sácalo un día antes del congelador y mételo a la nevera (pon un plato debajo para recoger el agua que suelte). Así conseguirás una descongelación uniforme y lenta que va a hacer que los alimentos no pierdan su textura.